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Autores: Juan Martínez-Barea de Universal DX & José Marcilla de Novartis Oncology.
Juan Martínez-Barea: co-founder & CEO Universal DX.
Aunque el COVID-19 sigue ocupando la atención de todos los medios, los datos confirman año a año que la verdadera pandemia que sufre la humanidad es el cáncer. En todo el mundo, cada año mueren debido al cáncer más de 10 millones de personas, y son diagnosticadas con cáncer casi 20 millones de personas. Sumadas a las decenas y decenas de millones de personas que ya fueron diagnosticados con cáncer en los años previos, el impacto del cáncer en el mundo puede estar cerca de los 100 millones de personas que lo sufren directamente, y los cientos de millones de familiares que lo sufren de forma indirecta en sus vidas y en su felicidad.
Podemos estar hablando de que casi el 10% de la población mundial sufre el cáncer de manera directa, o como paciente o como familiar directo.
Además, a pesar de los muchos avances en su tratamiento, dado al aumento progresivo de la esperanza de vida en todo el mundo, y que el cáncer es una enfermedad con una correlación directa muy alta con la edad del paciente, esas cifras van a seguir aumentando en los próximos años.
Si miramos el problema del cáncer de cerca, comprobaremos que el gran problema es que la mayoría de los casos de cáncer se detectan en fases tardías (III y IV), cuando las tasas de supervivencia son bajas. Así, por ejemplo, si un cáncer de colon se detecta en fase IV, la tasa de supervivencia a los 5 años es inferior al 10%, mientras que si se detecta en fase I, la tasa de supervivencia supera el 90%. Por ello, la gran diferencia en el pronóstico del cáncer es el momento de su detección.
Podemos afirmar de forma general que el cáncer mata porque se detecta tarde, pero si fuéramos capaces de detectarlo de forma mayoritaria en fases tempranas, el cáncer podría convertirse en una enfermedad mayoritariamente curable.
Por ello, además de seguir avanzando en la mejora de los tratamientos, nuestros esfuerzos y nuestros recursos deberían ir encaminados al desarrollo de métodos fiables, simples y económicos para la detección temprana del cáncer.
Existen ya algunas técnicas para la detección temprana del cáncer, como la colonoscopia para el cáncer de colon, la endoscopia para el cáncer de estómago, la mamografía para el cáncer de mama, las tomografías computerizadas para el cáncer de pulmón, etc.
Las técnicas existentes como la endoscopia, colonoscopia, mamografía o las tomografías computerizadas no terminan de solucionar el problema de forma simple, fiable y económica, lo que impide su aplicación masiva en la población general.
Sin embargo, estas técnicas no terminan de solucionar el problema de forma simple, fiable y económica, lo que impide su aplicación masiva en la población general. Así, la colonoscopia es un técnica muy fiable para la detección precoz de cáncer de colon, pero al ser tan invasiva, tan incómoda para el paciente, y tan cara, no se convierte en la solución que el mundo necesita para la detección temprana masiva en la gran mayoría de la población. O la tomografía computerizada para el cáncer de pulmón, que además de emitir pequeñas dosis de radiación al paciente, ofrece una enorme tasa de falsos positivos, lo que también impide que se convierta en la gran solución que se necesita.
Por todo ello, el mundo necesita una revolución en la detección precoz del cáncer, que podría ser la verdadera solución a esta gran pandemia. Y estamos de enhorabuena, porque esta década va a traer esa revolución necesaria, gracias al desarrollo de los tests de biopsia líquida, que permitirán que con un simple análisis de sangre, el paciente pueda saber si está desarrollando diferentes tipos de cáncer, incluso en sus fases más tempranas.
El mundo necesita una revolución en la detección precoz del cáncer y estamos de enhorabuena, porque esta década va a traer esa revolución necesaria, gracias al desarrollo de los tests de biopsia líquida.
Existe un ramillete de empresas americanas, europeas y asiáticas que llevan cerca de una década invirtiendo una importante cantidad de recursos en el desarrollo de tests de biopsia líquida para la detección de cáncer. Entre ellas, hay dos enfoques fundamentales con los que estas empresas están atacando este problema:
El resultado de esta carrera entre múltiples empresas tendrá como resultado que en apenas 4-5 años tendremos en el mercado diferentes tests que nos permitirán saber si tenemos cáncer desde sus fases más tempranas, lo que resultará en una verdadera revolución en la lucha contra el cáncer. Imaginen si a esos 10 millones de personas que mueren al año de cáncer se les pudiera detectar el cáncer en fase I, cuando existen múltiples opciones de curación y cuando las tasas de supervivencia son superiores al 90%.
Juan Martínez-Barea es contundente:
Este problema se arreglará a medio plazo por una sencilla razón: no dependemos para su solución de una empresa, con unos recursos y un enfoque tecnológico determinados, sino que estamos ante un verdadero ejército de empresas, algunas enormes y con muchísimos recursos, y otras pequeñas, pero muy ágiles e innovadoras, que además atacan este problema con múltiples tecnologías diferentes. Ello garantiza que si una tecnología no funciona, existen muchas posibilidades de que otra sí lo haga.
Entre las empresas que hemos hablado, Grail está atacando el problema aplicando la secuenciación masiva del ADN de la sangre, Thrive detect combina secuenciación del ADN con análisis de proteínas y el enfoque de Freenome se basa mayoritariamente en machine learning.
En esta carrera está la empresa española Universal DX, que está finalizando el desarrollo de su primer test para la detección precoz de cáncer de colon, a través del análisis del ADN circulante en la sangre, y específicamente de las metilaciones que tienen una mayor correlación con la existencia de cáncer. Universal DX combina el resultado de estos análisis epigenéticos con algoritmos propietarios de machine learning que le permiten identificar los biomarcadores más distintivos del cáncer y aumentar la fiabilidad del test. Además de este test para el cáncer de colon, la empresa española tiene ya primeros resultados para otros 4 tipos de cáncer: pulmón, estómago, hígado y páncreas. Una vez empiece la comercialización del primer test (en 2023), se enfocará en el desarrollo de esos otros 4 tests, para ofrecer a medio plazo una cartera de 5 tests que permitan la detección temprana de cáncer para cientos de miles de pacientes.
Gracias a esta “carrera” empresarial y tecnológica, en apenas 4-5 años, tendremos a nuestra disposición un abanico de opciones de biopsia líquida, simples, fiables y asequibles, para la detección precoz del cáncer, que sin duda permitirán una verdadera disrupción en la lucha contra el cáncer, y con ello salvar millones de vidas a medio y largo plazo.
José Marcilla: director general de Novartis Oncology
El auge de la digitalización está elevando el potencial de los avances en biomedicina a su máximo exponente, abriéndolos un mundo de infinitas posibilidades para seguir aumentando la esperanza de vida. En los últimos años hemos asistido a una revolución fascinante en investigación biomédica que nos está permitiendo comprender en mayor profundidad los mecanismos implicados en el desarrollo del cáncer y establecer enfoques diagnósticos y terapéuticos cada vez más precisos y personalizados. La llegada de las nuevas tecnologías, como el Big Data o la inteligencia artificial, trae consigo la capacidad para analizar mejor la ingente cantidad de datos clínicos a los que actualmente tenemos acceso y poder así acelerar el desarrollo de nuevas terapias gracias a una mejora en el reclutamiento de los pacientes para los ensayos clínicos, una reducción en los tiempos de I+D y producción y las respuestas esperadas de los fármacos.
Todo esto se está traduciendo en soluciones con un impacto real en la salud de los pacientes, permitiéndonos mejorar la prevención y predecir la aparición de enfermedades o acelerar el diagnóstico, incluso anticipar la respuesta a un tratamiento mejorando su efectividad.
Actualmente cuando estamos malos llamamos al doctor, en el futuro será el doctor el que nos llame porque sabe que estaremos enfermos.
Esta fusión de los avances en biomedicina y la ciencia de datos está impulsando la llegada de tratamientos personalizados y terapias avanzadas que tienen el potencial de curar con una sola dosis enfermedades con muy mal pronóstico que hasta ahora no tenían ninguna opción de tratamiento, como determinados tipos de cáncer o trastornos genéticos graves.
En Novartis trabajamos incansablemente para impulsar los avances en este sentido y contribuir a la consolidación de la nueva era de la medicina de precisión y seguir cambiando la vida de las personas con cáncer. Actualmente estamos centrados en 4 plataformas terapéuticas que nos permiten atacar la enfermedad desde todos los ángulos.
Todos los que trabajamos en Novartis Oncology compartimos el sueño de que el cáncer, algún día, se curará. No podemos curar lo que no entendemos y es justo esto lo que ha cambiado en los últimos 20 años con el cáncer.
Estoy convencido de que al menos en 10 o 15 años lograremos cronificar esta enfermedad. Y lo conseguiremos gracias a la colaboración de todos los agentes del sector salud: la comunidad científica, las empresas farmacéuticas, los pacientes, las autoridades sanitarias y por supuesto con todas las empresas del ecosistema digital.
Hoy en día, la investigación y la tecnología van imprescindiblemente de la mano. Como decía, la digitalización está impulsando los avances en innovación científica y haciendo posible la llegada de opciones curativas para enfermedades en las que antes no existía ninguna alternativa. En Novartis nos mantenemos firmes en nuestra apuesta por explotar el potencial de la ciencia de datos y las nuevas tecnologías para seguir aumentando cada año la supervivencia del cáncer y contribuyendo a que el cáncer pase de ser una enfermedad aguda a una enfermedad crónica. Entre todos lo vamos a conseguir.
Juan Martínez-Barea es fundador y CEO de Universal DX, una start-up de biomedicina que desarrolla una plataforma tecnológica para detectar múltiples tipos de cáncer con una simple muestra de sangre. Fue seleccionado Emprendedor Endeavor en 2021 junto con sus cofundadores Christian Hense y Marko Bitenc.
Juan es Ingeniero Industrial por la Universidad de Sevilla (España), y Máster en Economía por la Ecole Centrale de París (Francia). Juan supo muy pronto que quería ser empresario, por lo que decidió completar su formación con un Máster en Administración de Empresas (MBA) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge (EE.UU.). En el MIT se enamoró de su concurso de emprendimiento de alta tecnología, el MIT $100K, y convenció al MIT Entrepreneurship Center para que le ayudara a lanzar el “Spanish $100K”, que en 1999 se convirtió en el primer programa de aceleración de start-ups de alta tecnología del sur de Europa.
En 2010, se graduó en Tecnologías Exponenciales en la Singularity University, en el Parque Ames de la NASA, California. Allí encontró la inspiración para dejarlo todo y dedicar su vida a resolver uno de los mayores retos de la humanidad, el cáncer, y nació Universal DX.
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Jose Marcilla es director general de Novartis Oncología y un mentor destacado de la red Endeavor. Su objetivo es impulsar el talento y desarrollar al máximo el potencial de las personas para contribuir a reimaginar la medicina y seguir soñando con llegar, algún día, a curar el cáncer. Y apuesta por hacerlo de una forma diferencial, a través de una ciencia innovadora y las nuevas tecnologías digitales para transformar, no solo la forma de investigar y desarrollar tratamientos, si no el paradigma de la atención sanitaria.
Licenciado en Farmacia por la Universidad de Valencia y MBA por ESADE, posee una amplia experiencia internacional, con más de 20 años trabajando en la industria farmacéutica. Durante 3 años fue el Director General de Novartis Argentina & Uruguay, y anteriormente ocupó diferentes cargos en la compañía en España, Estados Unidos e Italia.